14 de abril de 2021 – A la hora de evaluar la respuesta de los consumidores a la panadería, es imposible meter en el mismo saco el pan y los pasteles. Los primeros se consideran un alimento básico para el día a día, con beneficios para la salud y la nutrición, mientras que los segundos son caprichos placenteros para un uso más ocasional. Es una historia de dos conceptos.
En esta línea, también está claro que los consumidores de pasteles son más experimentadores que los de pan. Un 44% de los consumidores afirma que experimentaría con opciones de sabores en la tarta, frente al 33% en el pan. Además, hay claras preferencias por sabores fuertes e innovadores en los pasteles, mientras que los consumidores de pan tienden a preferir sabores más suaves y familiares.
También puede haber diferencias regionales entre los consumidores de panadería. Por ejemplo, en cuanto a las ocasiones de comer, el desayuno es por término medio el momento más importante para el consumo de pan, pero el almuerzo toma la delantera en algunas partes de Europa. Los pasteles, por su parte, se consumen sobre todo como merienda, pero también hay diferencias regionales. «En Europa del Este, los pasteles se comen sobre todo con la cena», informa Lu Ann Williams, Directora de Innovación de Innova Market Insights. «Pero los norteamericanos son más propensos a elegir pasteles como tentempié vespertino».
Sin embargo, sería un error decir que no hay similitudes entre el pan y los pasteles. Por ejemplo, el sabor sigue siendo el factor de elección más importante en ambas categorías. Del mismo modo, la frescura también se valora mucho en la panadería, aunque ligeramente más en el pan que en los pasteles. Un 59% de los consumidores expresó una clara preferencia por el pan fresco, frente a solo un 16% que prefería productos con una vida útil más larga. Más de la mitad de los consumidores también pagaría más por productos frescos, cifra que aumenta con la edad.
También hay similitudes en los hábitos de compra del consumidor de panadería. Aunque los supermercados habituales dominan la compra tanto de pan como de pasteles, algo más de un tercio de los consumidores sigue comprándolos en las panaderías locales. Este fenómeno es especialmente pronunciado en América Latina y Europa Continental, donde más del 40% de los encuestados recurren a establecimientos especializados.