Lo que esto significa para la industria de envases de bienes de consumo está cada vez más claro. Un nuevo estudio publicado por Amcor a finales de abril prevé que el mercado europeo de la alimentación en línea crecerá un 66% de aquí a 2023. También reveló que lo que más tienen en cuenta los consumidores sobre los envases es la sostenibilidad, que constituye el principal objetivo para el 65% de los encuestados. El envase reciclable era la característica más importante que buscaban los compradores en línea. La investigación abarcó a 1.000 compradores de comestibles en línea de Francia, Reino Unido, Alemania, Países Bajos y Suecia.
Programas europeos de sostenibilidad
A pesar de estas buenas noticias, es evidente que la economía mundial ha sufrido un duro golpe. Las estimaciones sobre el descenso del PIB para el año en curso varían entre el -3% y el -12%, según las previsiones que se lean, y el resultado más probable se sitúa en algún punto intermedio. Siempre he creído que la recuperación, cuando llegue en 2021, será considerable, pero para llegar a ella tenemos que pasar por un periodo de dificultades económicas. Esto repercutirá inevitablemente en los actuales programas europeos de sostenibilidad.
Por eso fue alentador que el 29 de mayo la Comisión Europea diera a conocer un plan de recuperación COVID-19 de 750.000 millones de euros para revitalizar la economía de la UE. Esto incluía la oportunidad de invertir en el Acuerdo Verde Europeo, un componente clave del plan de recuperación. Esto se ha reforzado recientemente con un nuevo Plan de Acción para la Economía Circular que estudiará requisitos obligatorios de contenido de plástico reciclado y medidas de reducción de residuos para productos clave como los envases. También se dio prioridad a la reducción del exceso de envases, al diseño de envases reutilizables y reciclables y a la reducción de la complejidad de los materiales de envase utilizados.
Impacto de COVID-19 en el reciclaje
La cuestión de la complejidad de los materiales es importante. Muchos miembros de la industria, incluido el autor, han sostenido durante mucho tiempo que para cumplir los exigentes objetivos de reciclado de plásticos había que cambiar varias cosas. Uno de los requisitos clave (aparte del obvio de una mayor inversión en infraestructuras) era la necesidad de comprometerse con el uso de uno o dos polímeros plásticos como materiales de elección en la cadena de suministro de envases para facilitar un flujo de reciclado más eficiente. La reducción de la complejidad de los materiales de envase, incluido el número de polímeros y laminados, tiene que ser un objetivo clave en los próximos 10 años. Sin embargo, COVID-19 podría perjudicar la velocidad de cambio por varias razones.
En primer lugar, la industria del plástico se enfrenta a un problema evidente, ya que Plastics Recyclers Europe, la asociación de la industria europea de reciclado de plásticos, advirtió de que muchos recicladores de plásticos habían cerrado la producción como consecuencia de la pandemia COVID-19. Los principales problemas fueron la falta de demanda debida al cierre de plantas de transformación, los bajos precios de los plásticos vírgenes (como consecuencia de los bajos precios récord del petróleo) y la menor actividad del mercado mundial. La industria teme que más residuos plásticos acaben en vertederos o incinerados. A finales de mayo de 2020, Plastic Recyclers Europe también pedía a la UE y a sus Estados miembros que incluyeran el reciclaje como uno de los sectores apoyados por sus planes de recuperación.
Hay otro factor en la difícil situación a la que se enfrenta actualmente la industria del reciclaje. El autor lleva mucho tiempo argumentando que la cantidad de plásticos de baja calidad que se envían al sur de Asia y al este de Europa es insostenible si se quiere crear una verdadera economía circular en Europa Occidental. Puede que China haya prohibido todas las importaciones de estos materiales como consecuencia de su programa Espada Nacional, pero otros países de la zona estaban bastante dispuestos a aceptar nuestros materiales plásticos más pobres.
Hay indicios de que otros países seguirán el ejemplo de China y prohibirán estos materiales, por lo que acabaremos con el problema de los vertederos justo en nuestras puertas sin una solución preparada repitiéndose continuamente. De hecho, el proyecto de Ley de Medio Ambiente del Gobierno británico, presentado en enero de 2020, incluye una medida para crear nuevas competencias que frenen las exportaciones de residuos plásticos a los países en desarrollo. Se cree que hasta un 67% de los plásticos de baja calidad se envían a otros países desde el Reino Unido, por lo que el problema se agravará aún más.
Estos problemas demuestran los retos que los envases de plástico enfrentan después de COVID-19. Alcanzar el objetivo de garantizar que todos los envases de plástico comercializados en la UE sean reutilizables o fácilmente reciclables de aquí a 2030 requiere mucho trabajo y compromiso por parte de todos los integrantes de la cadena de suministro. Las controvertidas cuestiones de la calidad del reciclaje, la inversión en infraestructuras y la separación de materiales en el sistema siguen requiriendo mucho apoyo técnico y comercial.
Problemas del reciclado de plásticos en EE.UU.
Otras economías mundiales afrontan retos similares. A finales de mayo de 2020, la Consumidor Brands Association, una asociación comercial estadounidense de grandes marcas de consumo, entre ellas Coca-Cola y PepsiCo, propuso una tasa sobre la resina virgen en Estados Unidos. El objetivo era ayudar a la industria del plástico reciclado y sufragar mejoras en la infraestructura de reciclado. Las empresas del sector de bienes de consumo se han comprometido a utilizar más plásticos reciclados en Estados Unidos, pero actualmente se ven frenadas por las bajas tasas de reciclaje. La propuesta no daba detalles sobre la cuantía de las tasas de resina.
No obstante, demuestra las preocupaciones del sector y las medidas que se están estudiando. Desde que China introdujo el programa Espada Nacional, se han anunciado inversiones por valor de 4.600 millones de dólares para el reciclado mecánico y químico en Estados Unidos en los últimos tres años, según The American Chemistry Council. Está claro que la industria de bienes de consumo se ha comprometido a mejorar todos los aspectos del sistema de reciclaje. Sin embargo, como en Europa, aún queda mucho por hacer.
La pandemia de COVID-19 ha afectado a la economía estadounidense tanto o más que a la europea, y la mayoría de los países de esta última parecen haber reaccionado de forma más rápida y metódica que Estados Unidos en su respuesta al virus. De lo que no cabe duda, ya que parece que estamos llegando al final del confinamiento, es del deseo de la industria mundial de dar prioridad en la agenda a las mejoras en el reciclaje de los materiales de envase de plástico en un mundo posterior a la COP 19.
Neil Farmer, fundador/propietario, Neil Farmer Associates