Innova ha seguido la pista de un número creciente de lanzamientos de bebidas sin alcohol que promueven alegaciones de bienestar y el uso de ingredientes funcionales como prebióticos y probióticos. Las vitaminas y minerales que refuerzan la inmunidad también han sido un área de crecimiento. En la categoría de refrescos (que incluye agua embotellada, refrescos carbonatados, zumos y té/café helado), el número de nuevos lanzamientos que hacen declaraciones de salud aumentó un +35% en 2020 frente a 2019 y un +52% en 2021 frente a 2020. Al mismo tiempo, los productores han seguido haciendo hincapié en la reducción del contenido de azúcar.
Esto ha influido en la elección de sabores, sobre todo porque los consumidores asocian determinados sabores con beneficios específicos para la salud. Los cítricos son un lugar obvio para empezar, ampliamente conocidos por ser ricos en vitaminas, minerales y polifenoles. El zumo de naranja está reconocido como una fuente de vitamina C que, a su vez, se considera beneficiosa para el sistema inmunitario. Los consumidores extienden cualidades similares a otros sabores cítricos como la lima, el limón y el yuzu, que están registrando un crecimiento en los lanzamientos de las bebidas sin alcohol saludables.
La ciencia de las especias
Este patrón se extiende a las especias, y la confirmación de los supuestos sanitarios parece provenir de estudios científicos. La cúrcuma tiene fama de poseer propiedades antiinflamatorias que ayudan a tratar dolencias como la artritis. También se ha estudiado como ayuda para combatir los síntomas de la depresión. Se cree que el jengibre puede ser beneficioso en la lucha contra el COVID, y ambas especias se encuentran entre los sabores de más rápido crecimiento en el lanzamiento de productos de bebidas sin alcohol. La adición de rigor científico aumenta la confianza del público en la salubridad de esos sabores. Combinarlos con superfrutas como las bayas de saúco o ingredientes funcionales puede reforzar aún más el doble mensaje de sano y sabroso.
El creciente interés de los consumidores por bebidas más sanas seguirá impulsando el uso por parte de los fabricantes de sabores asociados al bienestar. También es probable que se produzca una expansión a partir de esta base, con gustos diseñados para captar el interés de grupos demográficos más jóvenes, experimentales pero conscientes de la salud. Queda claro que un mensaje saludable se refuerza a través de creencias populares centradas en el gusto.